jueves, 29 de enero de 2015

Nutrición en la tercera edad

La tercera edad es un periodo de la vida resultado del proceso natural de envejecimiento, caracterizado por el conjunto de cambios en la estructura y función de los órganos y tejidos corporales que se ha ido produciendo a lo largo del tiempo.
En esta etapa de la vida el organismo presenta una serie de modificaciones como la pérdida de masa muscular, la disminución de la densidad ósea, y la reducción de la movilidad de las articulaciones, que originan movimientos más lentos y torpes.

El proceso de envejecimiento también tiene consecuencias sobre la capacidad para alimentarse y obtener los nutrientes necesarios porque afecta al aparato digestivo, la dentadura, la producción de saliva... Así, las secreciones del estómago disminuyen, lo que retrasa la digestión y reduce la absorción de vitaminas. Las dificultades para masticar y tragar los alimentos, relacionadas con el deterioro de la dentadura y una menor producción de saliva, provocan gases y estreñimiento.

Esto supone que los ancianos tengan que adaptar su dieta a la nueva condición de su aparato digestivo, modificando el tipo de alimentos para que estos resulten fáciles de tragar y digerir, y les aporten los nutrientes necesarios, de acuerdo a sus características fisiológicas, nivel de actividad, y afecciones que padezcan en su caso.

En la tercera edad también se incrementan las posibilidades de sufrir enfermedades como hipertensión o diabetes patologías estrechamente relacionadas con la alimentación, por lo que una dieta adecuada siempre supervisada por un profesional de la nutrición, puede evitar o paliar este tipo de enfermedades y ayudar a la persona mayor a tener una alimentación equilibrada y adecuada acorde a sus necesidades.

Post publicado por Cristina Sellés López de Castro
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética

No hay comentarios:

Publicar un comentario